Hoteleros dominicanos piden al gobierno racionalidad en materia fiscal


El país está a punto de entra en una reforma fiscal para que de esta manera el estado pueda hacer frente a serios déficit económicos y a compromisos de pago que son ineludibles.   Para este fin el Gobierno Dominicano negocia un acuerdo financiero con el Fondo Monetario Internacional (FMI).   Ante esta realidad, importantes sectores de la vida nacional, han fijado su posición respecto a como entienden debe aplicarse la anunciada Reforma Fiscal.   Este es el caso del sector hotelero, el sector base de la industria turística dominicana, en cuyos hombros descansa una parte importante de la infraestructura fiscal nuestra.    El presidente de la Asociación Nacional de Hoteles y Turismo (Asonahores), Luis Rodríguez, abogó por “una actitud racional en el tema fiscal, fundamentada en el concepto de competitividad”.
Al dejar inaugurada la XXVI Exposición Comercial de Asonahores, Rodríguez enfatizó en que esa actitud debe asumirse porque el sector turismo tiene un alto impacto en las contribuciones.
“Nadie debe interpretar que postulo por un paquete turístico libre de impuestos”, afirmó Rodríguez, y recordó que los incentivos o paquetes de estímulos, “no son ni buenos ni malos, son simplemente herramientas para competir. 
Son inversiones que generan un retorno a corto plazo”, dijo Rodríguez en el evento, dedicado al presidente del Grupo PuntaCana, Frank Rainieri.
“Esto es un tema de gran relevancia porque hablamos de reforma fiscal, y se cuestionan los incentivos y algunos consideran una falta de compromiso los señalamientos de Asonahores, indicando que la sostenibilidad del turismo exige también un marco de competitividad fiscal”, explicó.
Sostuvo que quienes piensan así, sólo cuenta lo que llaman gasto fiscal, que es algo hipotético, y no asumen el aporte real del turismo a la economía y al desarrollo, que a su juicio es lo concreto.
En ese sentido, indicó que un informe reciente elaborado por la firma Ecocaribe demuestra que para el 2010 el turismo representaba apenas el 1.2% del llamado gasto fiscal; y al mismo tiempo demuestra que el ingreso fiscal promedio del Estado por cada turista fue de US$234. En ese año, el turismo aportó el 15% del ingreso fiscal.
“Para alcanzar la meta de los 10 millones, o para mantener lo que ya hemos alcanzado, estamos obligados a ser competitivos, y esto significa muchas cosas, una de ellas es asegurar que el costo fiscal del producto turístico dominicano no se salga de contexto, ya que el entorno de nuestra competencia es externo, no interno.

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