Amplios sectores de nuestra sociedad han visto con muy buenos ojos, la disposición del Procurador General de la República, Francisco Domínguez Brito de disponer la eliminación de muchos privilegios de que gozan en la actualidad los narcotraficantes, banqueros y otros presos poderosos que guardan condena en las cárceles del país.
Esta disposición ha sito muy acertada, pues es, solo una muestra de la realidad que se vive en muchos penales dominicanos donde los privilegios y las especiales comodidades son aprovechadas por una minoría de los presos, los que mas tienen.
Mientras los presos pobres, cumplen sus condenas en circunstancias críticas y muy extremas, los poderosos gozan de múltiples comodidades. De ahí se puede colegir, lo certera y justa que ha sido esta disposición del alto funcionario.
El procurador general de República Dominicana, Francisco Domínguez, ordenó ayer retirar los aires acondicionados y computadoras portátiles que tenían en sus celdas de forma excepcional algunos reos, como narcotraficantes y ex banqueros.
"Los narcotraficantes, por ejemplo, tienen muchos aires acondicionados y eso para nosotros es intolerable", insistió el funcionario. Ninguna de las 21 prisiones del país cuenta con aire acondicionado, pese a las altas temperaturas. Pero debido a que no existía una prohibición expresa, las autoridades carcelarias habían permitido que algunos reos llevaran sus propios equipos.
Además de contar con aire acondicionado, algunos reos tienen en sus celdas sus propias computadoras portátiles, antenas parabólicas para ver televisión e incluso tinacos de agua para su uso personal. Todos esos bienes serán retirados, según la orden enviada este viernes por el procurador al director del sistema carcelario.
Domínguez consideró que quienes cuentan con esos privilegios son en su mayoría los reclusos que cumplen condenas graves por delitos que "les han permitido ser poseedores de grandes fortunas de dinero, con las que acostumbran comprar no sólo impunidad sino también ciertos beneficios".
Mientras la mayoría de los cerca de 22.000 presos cumplen prisión en celdas comunes donde son alojados hasta 100 reos, sólo algunos, como los ex banqueros condenados por el mayor fraude de la historia del país a través del desaparecido Banco Intercontinental, cumplen sus condenas en celdas semiindividuales separadas del resto de la población carcelaria.
El asesinato del narcotraficante Rolando Florián en mayo del 2009 dentro de la cárcel de Najayo, permitió a la opinión pública conocer que ese preso cumplía su condena a 20 años de prisión por tráfico de drogas y homicidio en una celda individual, con revestimiento de madera, televisor LCD, internet, una pequeña biblioteca y cocina privadas y las visitas en cualquier día y hora de prostitutas, con quienes organizaba recurrentes borracheras.
La Dirección de Prisión aseguró en aquel momento que desconocía los privilegios de Florián Féliz.
Domínguez Brito se abstuvo de precisar si su plan para eliminar privilegios incluirá el traslado de presos condenados por delitos de cuello blanco o narcotraficantes con privilegios a celdas comunes, donde compartirán el espacio con cientos de reos.
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