El ataque a una delegación norteamericana este martes en la ciudad de Benhasi, Libia, que cobró la vida del embajador Chris Stevens y otros tres funcionarios, ha causado un reforzamiento de la seguridad en todas las cedes consulares y diplomáticas estadounidences en el mundo, en prevención de nuevas acciones violentas.
La embajada y el consulado de Estados Unidos en nuestro país no ha sido la excepción. Desde tempranas horas de la mañana del miércoles se pudo observar numerosos agentes antimotines de la Policía Nacional que reforzaban la seguridad en todo el entorno de esas legaciones diplomáticas.
El presidente estadounidence Barac Obama declaró en Washington tres días de duelo desde este miércoles por la muerte del embajador Stevens y los tres diplomáticos a manos de extremistas islámicos que protestaban por la difusión de un video que ellos llamaron insultante a la memoria del profeta Mahoma.
El mandatario en su primera declaración pública condenó el ataque en duros términos y lo calificó como un crimen atroz y sentenció que los culpables no quedarán sin castigo.
Una cadena de televisión norteamericana informó este miércoles que el gobierno norteamericano envió dos buques de guerra a las costas libias, el USS Laboon y el USS McFaul que se sumarán a 50 mil marines que fueron despachados también este miércoles para reforzar las instalaciones diplomáticas en ese país árabe.
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