
Escrito por José Julio Escotto Taylor
Martes, 06 de Abril de 2010 16:08
El gobierno venezolano ha dado un giro de 360 grados a su decisión de no adquirir el 49 por ciento de las acciones de la Refinería Dominicana de Petróleos (REFIDOMSA). La decisión fue anunciada por el canciller venezolano Nicolás Maduro, de visita oficial en el país, tras su encuentro con el Presidente Leonel Fernández en el Palacio Nacional, este lunes.
La decisión del gobierno venezolano ha caído muy bien entre las altas esferas del gobierno dominicano, que no pueden esconder su alegría por el cambio de actitud de las autoridades venezolanas en ese sentido.
El sorpresivo e inesperado anuncio se produce en un momento de múltiples y complejas tensiones económicas en medio de la presente campaña electoral.
No son pocos los sectores que no salen del asombro de este cambio de postura por parte del gobierno de Caracas.
Para amplios sectores de la opinión pública, el cambio de actitud de los venezolanos conlleva a la búsqueda de respuestas para muchas interrogantes.
Una de estas sería qué motivó el cambio de posición de nuestros hermanos venezolanos que a solo pocos meses de expresar la inconveniencia económica que para ellos significaría la adquisición de dichas acciones, y que ahora de buenas a primera anuncian que todo está listo para el cierre de negociaciones para esa compra.
La negociación de ventas de acciones de REFIDOMSA con Venezuela entraña muchos aspectos interesantes que no han salido de manera clara a la luz, pero que ya veremos más adelante.
La compra de acciones se origina en un momento de múltiples aprietos económicos para los venezolanos, los vaivenes de las finanzas de la nación bolivariana no están en su mejor momento. La situación económica de los venezolanos se aprieta cada día y una muestra de esto es que el problema ha afectado servicios básicos como la electricidad que ha tenido que ser racionada para evitar un colapso. En medio de este cuadro agudo es que el gobierno de Caracas anuncia la compra de las acciones de Refidomsa.
Todo esto solo llevaría a pensar hasta el más ingenuo de los dominicanos que detrás de esta negociación se mueve el componente político, es decir que las causas reales que mueven dicha negociación parecerían más políticas que económicas.
Qué interés más poderoso conllevaría a los venezolanos a desprenderse de unos buenos millones de dólares que necesitarían para solucionar otros problemas de índole doméstica, que destinar esos recursos a adquirir un bien que tal vez no represente la tabla de la salvación para la aguda situación financiera de esa hermana nación.
Pero mirando el otro lado de la moneda, cual es el interés real del gobierno dominicano en esa transacción. Es verdad que para nosotros representaría la entrada de unos buenos millones de dólares, que si bien pasaran al plano de las inversiones imprescindibles e impostergables que necesita el país en materia energética, o en la educación, la salud, etcétera.
La verdad es que para el gobierno dominicano, la venta de las acciones de Refidomsa es un paso de avance financiero, sobre todo en un momento de muchos aprietos económicos, pero sobre todo en un momento de aprestos electorales
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